jueves, 12 de marzo de 2009

Periodistas, el gremio menos unido.

La convocatoria de concentración en la acera frente a la Delegación de Gobernación había sido cursada, por la Asociación de la Prensa de Málaga, con suficiente tiempo como para que las agendas la tuvieran prevista. El recordatorio posterior se hizo de modo que nadie pudiera alegar ignorancia. La Web de la APM lo tenía colgado desde días antes. Y pese a todo apenas un centenar de periodistas se reunió en la mediana de la Alameda Principal, junto a paradas de autobuses y kioscos de tabaco y prensa. Es un oficio muy especial, este de periodista. Están en los aledaños del poder. Algunos lo tocan e incluso lo detentan brevemente. Se rodean de gentes poderosas. Comen en sus mesas y les ríen sus chistes. Pero no pertenecen a esta clase. Son sencillamente la canalla con la que conviene llevarse bien. Esto ha generado una casta de intermediarios y correveidiles que hace muy difícil que algo tan simple como es reivindicar una cierta estabilidad laboral, unas retribuciones justas y que se deje de abusar de la figura de los becarios/as se hace una misión imposible, o al menos de momento utópica.

La relación, de dependencia mutua, entre los medios con los poderes políticos, económicos y fácticos de las ciudades, autonomías y estado han creado un status quo que nadie se atreve a desequilibrar. Los sindicatos no desean enfrentarse con los dueños de los medios, los políticos tienden sus cheques en forma de publicidad institucional, los intelectuales no quieren enemigos en un ámbito tan poderoso que puede, si no arruinar su carrera si al menos amargarles los desayunos con críticas y comentarios. Y en general todos se quieren vender a través de los medios con una u otra finalidad. Y en medio de todos los periodista-currito recibiendo palos, querellas y mal pagados. Alguien con talento debería tratar este tema con más profundidad. Lo único cierto es que el pasado jueves 12 de marzo de 2009 apenas había un centenar de periodistas en la mediana de la Alameda Principal. Ya nada que hagan las empresas contra este gremio nos da derecho a rasgarnos las vestiduras.

J.A.B.

POR UN TRABAJO DIGNO EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Comunicado de la Asociación de la Prensa de Málaga

La Asociación de la Prensa de Málaga, el Sindicato de Periodistas de Andalucía, la Unión General de Trabajadores, la Asociación de Periodistas de Turismo y la Asociación de Prensa Deportiva de Málaga manifestamos nuestra preocupación por la situación de precariedad y deterioro laboral que atraviesan los trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación que se refleja en las concentraciones que tienen lugar en varios puntos de Andalucía. Nos sumamos a las denuncias de la Federación Andaluza de Asociaciones de Periodistas:

“En los últimos veinte años, se han sucedido las voces de organizaciones y profesionales de la información alertando del progresivo deterioro del periodismo en nuestro país. El espectacular crecimiento de los medios de comunicación, su desarrollo tecnológico, su cada vez mayor influencia en la sociedad, ha ido incomprensiblemente acompañado de un acelerado empeoramiento de las condiciones y la calidad del trabajo de los periodistas y trabajadores en general de los medios de comunicación. Un número cada vez mayor de todos éstos trabajan en condiciones precarias.

Los medios de comunicación son hoy más que nunca un instrumento de influencia política y social. Vivimos en una sociedad de constante bombardeo informativo, de comunicaciones instantáneas y de mensajes no filtrados que necesitan profesionales preparados y competentes para seleccionar esa información y hacérsela llegar a la ciudadanía. Sin embargo, el periodismo pasa por los peores momentos de su historia: es hoy una profesión desacreditada. Las empresas someten a los trabajadores de estas empresas, en general, y a los periodistas, en particular, a sistemas laborales que impiden la calidad del trabajo, quiebran la dignidad profesional y no permiten ejercer un periodismo libre, crítico y riguroso.

Los periodistas trabajan hoy en un andamio sin arnés de seguridad, sin cascos, sin descansos, sin contratos o con sueldos que apenas les permiten llegar a fin de mes manejando un bien tan preciado como la información. Cuando un periodista tropieza en su labor diaria se resquebrajan los cimientos de nuestro sistema porque los medios de comunicación son parte esencial de la democracia, de la libertad y del progreso.

En estos momentos, la precariedad laboral es la mayor amenaza que tiene la libertad de expresión y de información.

Para luchar contra esta situación, la Federación Andaluza de Asociaciones de la Prensa -integrada por la Asociación de la Prensa de Málaga y otras 11 organizaciones más- ha puesto en marcha varias medidas para paliar y mejorar las condiciones laborales de los periodistas. Se ha firmado un convenio de acción conjunta con los sindicatos. Se han solicitado inspecciones de trabajo en las televisiones locales y en las emisoras de radio de Andalucía, estando pendiente una campaña en los medios de comunicación escritos y digitales, con unos resultados que producen incluso bochorno. Casi el 60 por ciento de las televisiones inspeccionadas por la Seguridad Social presentaron irregularidades. Mientras que en las radios, a falta de un convenio específico para el sector, se llegan a pagar sueldos de miseria que no superan el salario mínimo interprofesional.

Pero ni la acción sindical, ni la intervención de la Inspección de Trabajo para acabar con los abusos patronales que vulneran el ordenamiento jurídico han dado el resultado esperado.

Hoy la situación es aún peor y hay indicios para creer que aún no se ha tocado fondo. A la precariedad laboral se suma ahora una alarmante pérdida de empleos en empresas consolidadas. Veteranos periodistas y trabajadores de los medios de comunicación se han quedado sin trabajo, los más afortunados acogidos a prejubilaciones y los menos a escuálidas indemnizaciones. La sangría en el empleo no ha hecho más que empezar. La mayor parte de las empresas se están deshaciendo de uno de los pilares esenciales en la información: el periodista.

Según los datos recabados por el Observatorio para el seguimiento de la crisis que ha puesto en marcha la Federación de Asociaciones de la Prensa de España, en los últimos meses se han despedido a unos 1.800 profesionales de los medios de comunicación. Más de 300 son andaluces y una elevada proporción de éstos, más de un tercio, malagueños.

En estos momentos de crisis y desesperanza general, uno de los principales objetivos de las autoridades públicas debe ser crear unas condiciones que garanticen el elevado nivel de calidad exigible a los medios de comunicación y garantizar la independencia total de los periodistas, dignificando sus condiciones de trabajo. En el caso de estos trabajadores de los medios de comunicación, la precariedad laboral no deteriora sólo su dignidad y la calidad de la información sino también la de nuestra democracia”.

Málaga, 12 de marzo de 2009

Concentración día 12 de marzo de 2009, a las 12.00 horas, en la Alameda Principal.